¿A quien está dirigido?
A personas físicas y/o empresarios preocupados por la adecuada Administración de Riesgos (personales o patrimoniales) de su persona, familia o negocio, en las áreas de Seguros de vida, salud, patrimoniales y empresariales.
¿Por qué me debe interesar el manejo “profesional” de RIESGOS?
El riesgo es parte de nuestra vida cotidiana. Mientras duerme, cuando se levanta y durante el desempeño de sus labores cotidianas, una persona está expuesta a innumerables situaciones de riesgos o accidentes que están fuera de su control y que pudieran tener consecuencias directas sobre su persona o sus bienes y dejarle irremediablemente una pérdida económica, una afectación a su salud o inclusive perder la vida.
¿Por qué me debe interesar el manejo “profesional” de RIESGOS?
El riesgo es parte de nuestra vida cotidiana. Mientras duerme, cuando se levanta y durante el desempeño de sus labores cotidianas, una persona está expuesta a innumerables situaciones de riesgos o accidentes que están fuera de su control y que pudieran tener consecuencias directas sobre su persona o sus bienes y dejarle irremediablemente una pérdida económica, una afectación a su salud o inclusive perder la vida.
¿Porqué ASUMIR por completo todo el RIESGO, si alguien más puede hacerlo por Usted?
Un riesgo es la probabilidad de ocurrencia de algo, y usted sólo puede hacer con los RIESGOS lo siguiente:
En este supuesto de “actuación consciente” tratamos de llevar una vida normal evitando todo tipo de riesgos a mi persona, familia o bienes. El dilema es: “Puedo evitar los riesgos que están bajo mi “control consciente”, pero no los que están fuera el”, por ejemplo: un accidente por un descuido de alguien más, o un hecho fortuito de naturaleza extraordinaria.
Es la única (y generalmente costosa) opción que tiene la mayoría de las personas que no están protegidas. Es asumir por completo las consecuencias y perdidas, generalmente económicas, de que un riesgo se presente. Cuando el riesgo se materializa deja de ser riesgo… y se convierte en “Problema”.
Es mitigar el impacto de un riesgo cuando este se presenta. Es reducir la pérdida a su mínima expresión; hay diferentes maneras como: contar con un fondo de contingencia propio, diversificar el riesgo, o implementar un plan de acción y reacción.
Es ceder todo o parte del riesgo a una entidad especializada (y solvente) en el manejo de riesgos, entre las más conocidas están las compañías aseguradoras y afianzadoras. Transferir el riesgo es la opción financiera más simple, sencilla y creativa jamás creada.
Entonces… ¿porqué asumir todo el riesgo usted mismo? compártalo con nosotros.